En 1994 el mundo entero se sorprendía ante el descubrimiento, de una obra del gran autor francés, que hasta entonces había permanecido en la obscuridad de un cajón. “París en el Siglo XX” no desmerece a ninguna de sus otras hermanas en la gran producción de Verne, adelantado como nadie a su época, precusor al menos literariamente de muchos de los grandes adelantos de hoy. Y es que ese manuscrito olvidado por todos luego de la muerte de Verne, fue en su momento rechazado, al famoso editor de Verne no le atraía nada el título y se pensó, pobre hombre sin imaginación, que al público no atraería en nada ficción del siglo XX, ficción que hoy al leer vemos convertida en realidad.
Verne nos retrata en esa obra, el mundo moderno para los de su época, en que sobresale la tecnología y la ciencia es lo más importante en el quehacer humano, el arte ha sido dejado de lado y los que se dedican a él son poco menos que indigentes, el protagonista es entonces uno de esos artistas despreciados en un mundo dedicado totalmente a la investigación tecnológica, un escritor, vaya pecado! que intenta escribir, y por tal razón deberá ser castigado.
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