En 1895 Juan Valera publicaba su elogiada “Juanita La Larga” una novela con un relato cotidiano que sin embargo, en manos del gran autor cordobés resulta un delicioso ejercicio literario, un autor develando los sentimientos y las emociones de sus personajes con gran maestría, sobretodo los de la protagonista Juanita, de la que nos da cuenta su verdadera personalidad, sus intenciones y los recursos de los que echa mano para convertirse en lo que quiere ser, la respetable esposa de un hombre importante de pueblo.
Juanita es la hija de una madre soltera en un pueblito, como todo pueblo lleno de cotilleos y personajes censores de la moral pública como la hija de Paco López el pretendiente de Juanita, Inés que desaprueba las intenciones de su padre de casarse con la chica, a la que considera sin duda por su orígen, de mala reputación y una coqueta sin remedio. Contra lo que pudiera esperarse Inés, la chica no es nada tonta y se plantea caerle bien a toda costa, aún si debe fingir ser todo lo que no es, con esa astucia Juanita se gana al cura del pueblo y a Inés y ya se ve convertida en la esposa del bueno de don Paco, lo que logra con el éxito de su plan.
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